A los becarios nos quitan el 5% del sueldo
Aunque recientemente he dejado de ser becario en el sentido estricto de la palabra, todavía me considero como tal. Y más ahora con lo que nos aplican al llamado «funcionariado». Como sabréis todos los funcionarios han recibido ciertos recortes en su salario debido a la crisis económica en la que nos encontramos. Para ir al grano, hace aproximadamente 15 días nos convocaban a todos los becarios con contrato laboral FPI, FPU, ULE (Universidad de León) y becarios de proyectos dependientes de subvenciones de organismos oficiales para darnos la fantástica noticia de que nos quitan el 5% del sueldo y que se aplica desde Junio de este mismo año (que en realidad es desde el 20 de Mayo). Menuda broma. Después de muchos años de lucha para que nos dieran el beneplácito de incluirnos en un régimen de contrato a partir del tercer año para poder cotizar en seguridad social y que cuente para cobrar el paro, ahora nos incluyen a todos los efectos en lo que llaman funcionariado cuando antes sólo éramos curritos post-universitarios. Vale, venga, me trago que nos incluyan «en su mundo» pero ¿desde Junio? Bien claro lo dejaron diciendo que los que hayamos dejado de ser becarios entre la fecha de aplicación y la fecha actual también se nos aplica. Y sí. Me ha llegado una carta solicitando el pago a la Universidad de León del dinero correspondiente a la «deuda» por ese 5%. Irónico: becario y ahora endeudado.
Se nos ha comunicado que debemos esperar por si se puede apelar. Apelar, ¿A quién? Pues las dos salidas que nos dan son un recurso contencioso administrativo ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de nuestra ciudad o un recurso de reposición ante el Rectorado de nuestra Universidad. Ya es bastante difícil vivir con nuestro sueldo y con la mitad de tu trabajo perdido a efectos de desempleo para que encima nos quiten un 5% y a destiempo.
Esto es a nivel nacional, pero nuestra Universidad también tiene la dejadez de no avisar a los alumnos de doctorado que el pago de la tutela académica (pago que se tiene que realizar para mantener en registro el título de tesis doctoral) este año no se hace más que por la secretaría virtual (un servicio web) y siempre se ha enviado una carta para pagarlo un mes después como tope. También se añade el mamoneo que existe para ciertas becas sobre temas específicos (ya sabemos que el mamoneo «normal» es cosa del día a día). Y hay muchos más temas que provocan un desprecio por mi parte a este país, que siempre hacen perder el tiempo y preocuparnos por más cosas de las que deberíamos siendo investigadores. Claramente lo digo desde mi punto de vista como científico. Excepto el apego por los familiares, siempre terminamos mirando fuera de las fronteras como cachorros enjaulados. Menos mal que, en ocasiones, se tiene un grupo humano trabajando contigo que hace que te olvides de estas cosas. Pero todo esto corrobora que en España, la ciencia va por muy mal camino.
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