El dolor de cabeza al tomar algo frío
Hace un tiempo nos reímos en la familia sobre el dolor de cabeza que ocasiona a ciertas personas al tomar las cosas frías con cierta ansia. Nunca me paré a pensar por qué ocurre esto, pero he podido escuchar la razón en uno de los numerosos podcasts que me acompañan durante el día.
El inicio de todo esto lo comenzó una niña de 13 años en su colegio, donde pidió voluntarios para que se tomaran un helado de 100ml. Organizó dos grupos de un total de 145 alumnos. Cada grupo tenía que tomarse el helado, pero a distintas velocidades. Uno de los grupos en 5 segundos y el otro en medio minuto. Sólo debían decir, al final del experimento, si les había dolido la cabeza y si este dolor fue de corta o larga duración. Como es lógico, un alto número de alumnos del grupo de «ansiosos» por tomar el helado sufrieron dolores de cabeza que se desvanecían en poco tiempo.
Esto mismo sucede en muchas ocasiones cuando se toma rápidamente una bebida con hielo. La razón está en la sangre. Cuando se ingiere algo muy frío, disminuye drásticamente la temperatura en el paladar. Los pequeños capilares sanguíneos que riegan a las células en esa zona se contraen al sentir ese frío repentino (reacción típica con la que el cuerpo reduce la pérdida de calor). Al contraerse, los vasos se estrechan y el paso de la sangre disminuye. Eso significa que en otros lugares, la sangre no fluye como debiera de rápido. Como un cuello de botella. Eso provoca un aumento de presión en algunos puntos de la cabeza. Esa variación de presión es la que provoca el dolor de cabeza. También ocurre que hay ciertos nervios que se encuentran en el paladar que transmiten la información del frío repentino y hace que el cerebro procese esa información, enviando seguidamente las señales que producen la vasoconstricción de los capilares y posterior vasodilatación. Pero esto no sólo ocurre en la zona afectada, sino también en algunas otras zonas del cerebro como la región frontal, detrás del ojo o en los lados. Lo curioso es que el dolor se produce en lugares que no es donde se produce, como ocurre cuando se tiene un infarto al notar dolor en un brazo por ejemplo. Por cierto, el nombre técnico de este fenómeno es esfingopalatino ganglioneuralgia.
Como consejo, se pueden hacer dos cosas para evitar el dolor (a parte de no ingerir cosas heladas rápidamente): una es intentar que no toque el paladar; la otra, calentar el paladar pegando la lengua a esta zona. Ahora que empezará a venir el calor, seguro que podré experimentar estas técnicas. Espero que os haya gustado tanto como a mí.
Escuchando: Cienciaes.com
Continue reading