Primeras sensaciones con la HTC Magic
Después de una semana experimentando con esta pequeña maravilla de la electrónica, puedo plasmar mis primeras sensaciones.
Al sacarla del minúsculo embalaje se da uno cuenta de la calidad del producto. Sin crujidos al apretar, el tacto en la palma de la mano perfecto, la sorpresa del menor tamaño y peso de lo esperado…etc. Falta un manual extendido del dispositivo, pero luego te das cuenta de lo intuitivo que es.
El primer paso de meter la tarjeta sim es sencillo. Un deslizamiento de la tapa trasera dejará ver que se debe rebuscar la batería en la caja para instalarla. Antes de encenderla, hay que estar seguro de tener contratado un plan de datos, que lo primero que hace la maquinita es conectarse a la red. También es necesario tener una cuenta de correo con Google ya que de ahí tomará los datos para la primera configuración.
Tardará un par de minutos en encenderse y sincronizar los datos con la cuenta de gmail. Y ya está. Ahora lo importante: la opinión. Es un aparato poco sorprendente si no se va a estar conectado en todo momento a Internet. Ese no es mi caso, ya que contraté la tarifa de Internet móvil de Vodafone que el primer mes es gratuito. Fluidez en el flujo de aplicaciones es su mayor virtud. Nada que envidiar al iPhone monotarea XDD.
La pantalla capacitiva es casi perfecta. He colocado un film protector de los baratitos y no pierde sensibilidad. Sigue habiendo aplis que no tienen integrada la elección de teclado apaisado, como esta que uso para escribir este artículo, y es algo necesario si no gusta escribir lento por la poca efectividad de los dedos. Aún así, hablo desde la experiencia de una sola semana.
La configuración de otras cuentas de correo es igual de sencillo que cualquier otro gestor de mail, pudiendo ajustar las opciones de sincronización y cuenta predeterminada.
Es conveniente bajarse del market una aplicación para sms. La opción por defecto es un poco sosa y menos amigable (es que está de moda eso de los programas «user friendly»).
Se dispone de tres escritorios para dispersar aplicaciones, juegos o widgets. El resto se mantendrán en el desplegable inferior situado en todos los escritorios.
De serie viene con la versión 1.5 o «Cupcake». En cuatro días llega la actualización «on the air» de «Donut», versión 1.6, en la que se mejoran interfaces, rendimiento y se añade la función de búsqueda dentro del teléfono. Ahora esperaré a ver si me actualizan a «Eclair», versión 2.0 de Android que ya introduce usos como el Bluetooth bidireccional. Pero estoy pensando en rootearla y meter roms más jugosas. Es lo que tiene tratar con un s.o. libre.
Las aplicaciones que más he usado han sido Netcounter, que sirve para ver el flujo de datos y asegurarse de lo que chupa de datos, Toggle settings, que gestiona de forma ordenada opciones como las conexiones o usos de la pantalla y tonos incluyendo la opción de añadir perfiles, Twidroid, cliente de Twitter, Astrid, administrador de tareas con capacidad GTD al poderse integrar con Remember the milk, y Astro, un navegador de archivos que es lo único que falta en este androide. Ah! se me olvidaba Task killer para matar aplicaciones que no se quieran mantener en background.
Se hace un poco raro tener el altavoz en la parte trasera. La localización de dos altavoces laterales como en mi antiguo N95 era mejor. Lo mismo sucede con el nivel de sonido de los tonos, que me parece algo insuficiente por la situación del altavoz.
El gps es más rápido que el de mi Nokia y la asistencia del receptor vía red de datos lo hace aún mejor.
Lo que sigue fallando en todos los smartphones es la duración de la batería. Este terminal necesita estar conectado a Internet y con un uso medio no se llega a estar un día entero sin enchufarlo. Gran parte del problema se solventa gracias a que tiene una conexión mini usb que hace buenas migas con el ordenador.
Ya iré poniendo más artículos sobre esta pda. Sólo puedo decir que estoy más que satisfecho con el cambio.