Actualización a Snow Leopard
Después de asegurarme de que todo lo que tenía instalado en Leopard y que lo necesitaba para trabajar iba a funcionar con la versión 10.6, adquirí la copia y actualicé directamente. El proceso duró aproximadamente una hora. Yo tengo un Macbook negro con 160gb de disco duro, una partición con Boot Camp de 17Gb y el resto para MacOS. Además tengo instalado el gestor de arranque rEFIt. Después de hacer las 2 copias de seguridad con Time Machine y con Carbon Copy Cloner, introduje el DVD y seguí las instrucciones de instalación. Después de 2 booteos, inició el nuevo sistema.
Lo primero que note fue cierta mejora en velocidad en el flujo de los procesos. Había actualizado la ram de 2 a 4 gbs este verano y me parecía que no sacaba verdadero partido a la actualización. Sin embargo ahora notaba mucho más ligero todo.
Todas las aplicaciones básicas como Mail, Agenda, iCal, iPhoto…etc estaban perfectas. No se perdieron ninguna de las preferencias. Y tampoco datos. Fue curioso ver como algunos programas al ejecutarlos era como si fuese la primera vez, con ese diálogo de advertencia de que si se está seguro de abrir o no el programa.
Al principio me llevé un susto con Evernote. Mostraba el número de entradas pero no las carpetas ni las notas en sí. Como si se hubieran perdido. Y al intentar sincronizar tampoco. Todo se soluciono volviendo a reiniciar. Pero fué un pequeño susto.
Tanto Office 2008 como editores de imagen tipo Photoshop o software del grupo Macromedia iban genial. Sin embargo tuve un problema: el plugin de iSync para mi N95 había desaparecido. Decía que le faltaba el módulo para el dispositivo. Tan sólo es necesario descargarse (o instalarla si se tiene guardada) el plugin de Nokia e instalarla sin más. Pero fue un pequeño problema porque no disponía de conexión de internet y necesitaba sincronizar el teléfono.
A parte de esa minudencia, encontré otra curiosidad: cuando inicio el sistema, a veces, la barra de herramientas del Finder está casi desaparecida hasta que se pasa el puntero por encima. Curioso.
Por último, destacar los permisos del disco. Yo, como buen novato que era, no sabía en un principio que había que ir reparando permisos cada cierto tiempo (sobre todo después de cada actualización) para que no hubiera incoherencias en el sistema. De Leopard arrastraba unos 10 permisos sin reparar. En cuanto instalé Snow Leopard, desaparecieron. Todo estaba perfecto. Y después de actualizar a 10.6.1 también.
Sólo tengo un gran pero: no puedo arrancar por medio de VMWARE Fusion la instalación de Windows XP que tenía por medio de Boot Camp. Y eso es un problema. Aún no he indagado en el tema, pero voy a necesitar solucionarlo por motivos de trabajo.
Bueno, con este repaso espero que deis todos el paso al Leopardo de las nieves. Merece la pena.
Escuchando: el termociclador de fondo
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