El glaucoma afecta a un 5% de la población comprendida entre los 40 y los 60 años. Generalmente el afectado no detecta cambios en la visión debido a su lento avance. La detección precoz de la enfermedad permitirá que esa degeneración sea más lenta o que no llegue a producirse en su totalidad gracias a ciertos tratamientos.
Hasta ahora los oftanmólogos no tenían un diagnóstico lo suficientemente objetivo. Se basaban sobre todo en la experiencia subjetiva y en la detección tardía. Sin embargo, gracias a técnicas del protocolo actual –sobre todo tonometría y campimetría– muestran el estado retiniano del paciente de forma global, subjetiva y estudiada visualmente por el facultativo, pero no evidencian indicios glaucomatosos sobre la retina en fases iniciales de la enfermedad. El electrorretinograma multifocal (ERG multifocal) permite explorar funcionalmente la sensibilidad lumínica de las células retinianas, así como la distribución espacial de dicha sensibilidad. Esta técnica realiza un registro de las variaciones de potencial generadas en la retina del paciente como respuesta a un estímulo luminoso localizado, ofreciendo un mapa de sensibilidad de la misma. Utilizando la prueba diagnóstica multifocal ERG se divide la retina en 56 sectores y de cada uno de ellos se obtiene una señal eléctrica, que procesada de forma adecuada permite discriminar regiones glaucomatosas de diferentes grados de severidad en el paciente.
Después de 17 años de haberse inventado la técnica, parece que se le saca partido.
Fuente: SINC
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