Creía que desconectaba completamente del trabajo de toda la semana al llegar el viernes y dejarme caer en el sofá de casa. Pero este fin de semana pude hacer un viaje a la Sierra de Francia que, definitivamente, me ayudó a desconectar completamente. Lo aconsejo encarecidamente. Sobre todo a los urbanitas que no hacen más que estar enganchados a un recinto cerrado durante sus horas laborales. Allí no hay nada. Y por no haber, dependiendo de las rutas, no hay ni gente. Eso sí, los lugareños son fantásticos. No reparan en ayudarte sin que les pidas ayuda. No hay que perderse la subida a la Peña de Francia, donde se encuentra el monasterio de los dominicos. Pero lo mejor es el paraje y las vistas que nos ofrece la cima.
Además, hay rutas para todo el mundo. Nosotros estuvimos alojados en el camping de Casarito y, en ese mismo sitio, hay una ruta para dar un paseo antes de cenar. Luego hay rutas de media dificultad y algunas en las que en 3 kilómetros de ruta se sube 600 metros. Y luego bajarlo. Incluso hay rutas para subir a la peña de Francia.
Un lugar que merece la pena visitar y que, por su fácil acceso y no muy vasto terreno, se puede ir con niños y mayores.
Escuchando: Economía for dummies