No siempre se tiene oportunidad de aprender ciencia. Esa es una de las frases que he oído a algunos cuando se ha debatido sobre el rango de edades y conocimientos de la gente ante la inmersión en temas científicos. Que si es un material demasiado complicado. Que si no existe ciencia que la entienda un niño de 5 años. Que si mi abuela no sería capaz de entender problemas y soluciones que la ciencia ofrece. ¡Paparruchas!. Esto se va a acabar. Si con revistas de divulgación científica como Principia (también es una web la mar de original) se consigue dar un paso más creativo, creo que expandir el conocimiento a todas las edades es una zancada más (y más haciendo hincapié en los niños).
Desde el punto de vista de un padre, el hecho de observar cómo tu hijo atiende a todas y cada una de las explicaciones que la ciencia permite dar a situaciones y/o fenómenos de la vida provoca un deseo irrefrenable de no querer que pierda esa avidez de absorción del conocimiento. Un estímulo que debe producirse a todos los niveles. Si los medios de comunicación que más entran a los niños (sí, la caja tonta) no quieren hacer el esfuerzo, deberemos usar otras armas. Una de ellas es la lectura. Una lectura para compartir con los más pequeños. Una lectura que provoque inquietud, asombro y ganas de saber. ¿Qué os parece si os digo que ya se está fraguando esa joya?. De los mismos creadores de Principia, llega su versión para todos los públicos: Principia Kids.
Como en otras ocasiones, el método para que eso fuera posible fue el micromecenazgo o «crowdfunding». Pero ya es una realidad. Existirá la versión para todos los públicos de la ciencia en papel. Sin embargo ahí no para la cosa. Para hacer la experiencia más completa, se añadió la opción de adquirir una original baraja: el típico juego de memoria para encontrar parejas de cartas iguales pero con unos protagonistas científicos la mar de chulos. Y ahí no para la cosa. Ahora resulta que se va a añadir otra sorpresa más si se llegan a los 1000 mecenas.
No dudéis más. Ya sea desde los 0 a los 99 años y más allá, podéis regalar ese diamante PULSANDO EN ESTE ENLACE. Formaréis parte de algo innovador que abrirá la mente de los más pequeños …y también de los mayores.
Excelente como siempre Doctor, voy a ver esto con mi sobrino más tarde para empezar a fomentarle el amor a la ciencia.