El cuaderno de laboratorio

Vamos a comentar un poco sobre el compañero inseparable del investigador: el cuaderno de laboratorio. Todo lo que se realice en el laboratorio tiene que estar bien documentado: las tareas, los resultados (buenos y malos), las ideas, protocolos…etc., y para ello está el cuaderno. A la hora de entrar en el laboratorio es lo primero que tocas y será lo último que veas cuando se sale por la puerta. Es como un gestor GTD rudimentario pero con las funciones bien definidas. Existen programas que permiten llevar las tareas del laboratorio (incluso apuntando los períodos de tiempo), pero originan más una pérdida de tiempo que una ayuda porque se necesita estar más pegado al monitor que otra cosa. Por si los maqueros quieren probar alguno, pueden pasarse por la sección de aplicaciones. Allí comento el Lab Assistant, que se puede sacar un buen partido ya que genera logs en los que se pueden incluir las imágenes que se deseen.
Dependiendo de lo que se haga y dónde se tenga el cuaderno, puede ser de un tipo u otro. Se pueden tener cuadernos de las tareas y protocolos en el laboratorio donde se «cocinen» los experimentos y luego se puede tener otro mejor ordenado donde se expongan los resultados. Yo tengo las dos cosas en el mismo ya que en el laboratorio en el que me encuentro puedo organizarlo así. Lo que tiene que tener ese bloc es orden. Orden y limpieza. La mayoría de las veces sirve para presentar los resultados y hazañas obtenidas a los directores del proyecto de investigación por lo que es muy buena idea que la imagen sea buena: las fotos bien etiquetadas, protocolos fáciles de seguir, letra legible y evitando manchurrones que enpobrezcan lo realizado entre micropipetas.
A medida que se va avanzando en el proyecto lo más seguro es que se deba tener más de 2 cuadernos. Es recomendable etiquetarlos para que no se pierdan, ya que el que se usa siempre se tiene a mano pero el resto hay ocasiones en las que se les pierde la vista (como por ejemplo al prestárselo a alguien que le interese lo que haces). En nuestro laboratorio se suele dar últimamente cuadernos que permiten arrancar las hojas y éstas ya están perforadas para archivarlas. Así tengo yo mis tomos científicos cuasi enciclopédicos XDD.
Cuando se empieza un proyecto de investigación recomiendo que el cuaderno plasme todo lo que se realiza, detallando las fechas y todos los males que puedan ocurrir. Ah!, un pequeño truco: como en la mayoría de las ocasiones se hacen chuletas para hacer algunos protocolos y luego se posa el cuaderno en cualquier sitio con peligro de derrame de sustancias líquidas, el uso del lápiz o portaminas es indispensable. Así se evitan ciertas manchas que hacen ilegibles los resultados. Aunque lo mejor es hacer chuletas separadas, claro.

Ejemplo de un cuaderno de laboratorio
Ejemplo de un cuaderno de laboratorio

A modo de curiosidad, existen marcas que fabrican cuadernitos para laboratorios. Os muestro uno en la imagen lateral. Y si queréis echar un vistazo, en este enlace se muestra un amplio catálogo de cuaderno para todo tipo de tareas. Yo por ahora me quedo con los de toda la vida.

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